La siguiente serie fotográfica se titula Retratos borgeanos, ya que en ella son representados dos elementos esenciales de la narrativa borgeana; el espejo y el tiempo. "Sabemos que una de las obsesiones temáticas borgeanas es el problema del tiempo. La posibilidad de refutar el tiempo, asociado al movimiento, el desgaste y la muerte." (Díaz, s.f., párr. 2). Así Borges se ocupa de lo eterno y de la posibilidad de superar la concepción del tiempo, refiriéndose al eterno retorno y a los diferentes mundos. Esta serie consta de cuatro fotografías que se han realizado en forma de autorretrato con el propósito de problematizar la imagen del artista mismo, situándome frente al espejo, inserta violentamente en el portal temporal de la memoria junto a la transformación de la imagen. Este trabajo expone la problemática borgeana del tiempo desplazada al sistema técnico de la fotografía, en donde la imagen muestra un punto de vista detenido y fragmentado de la realidad. En estas fotografías se puede entender la idea del espejo a través del gesto que lo cita, en este caso, la fragmentación, representada en términos de imagen por un espejo roto. Por otro lado, se observa el problema del tiempo detenido y multiplicado al llevar la imagen del autor a un plano especular que se encuentra fragmentado. Al mismo tiempo se dejan entrever condiciones propias del ejercicio fotográfico como son la multiplicidad, la reproducibilidad, el barrido y el desenfoque. La fotografía es un registro del tiempo que revive tanto recuerdos como olvidos; esto nos hace conscientes de una memoria fragmentada como lo refiere Barthes en La cámara lúcida (1990): “Sólo la reconocía por fragmentos, es decir, dejaba escapar su ser y, por consiguiente, dejaba escapar su totalidad. No era ella, y sin embargo tampoco era otra persona.” (p. 119), refiriéndose a una fotografía de su madre a los 5 años de edad, recientemente fallecida. De este modo, cuando vemos la imagen fragmentada de algo o alguien conocido nos encontramos en la posibilidad de recordar y al mismo tiempo de sentir que estamos olvidando ciertas partes de lo mismo.